Muros de piedra seca, el arbolado del pirineo de Huesca, las tejas de la cubierta a dos aguas y el frío cielo descubierto. Lo rústico y el siglo XXI, juntos.
J y R adquirieron una antigua borda (corral) con el fin de realizar su casa de vacaciones. Su situación es inmejorable, ubicada en un pequeño municipio semi-abandonado del pirineo de Huesca, con una iglesia románica del s. XII a escasos 15m de allí. La borda enamora a todos, así que se toma la decisión de respetar completamente la envolvente de muros de piedra seca y construir en su interior, el nuevo hogar.
Casa JiR organiza toda su actividad en una única planta baja de 65m2 con dos patios exteriores en ambos extremos por donde se produce la entrada de luz a la vivienda. El programa de este hogar queda dividido en dos partes que van de fachada a fachada: por un lado tenemos estar-comedor-cocina; y por el otro lado, el dormitorio principal, dormitorio de invitados-vestidor y baño.